lunes, 6 de octubre de 2008

del fin de semana

Saludos desde la tierra en que habito; que desde la iglesia me muestra su lado amable.

La semana pasada sucedieron algunas circunstancias que me gustaría relatarles.

El sábado antepasado conocí a un Doctor en la iglesia central de Santa Cruz. Conversamos un poco y me dijo que le acompañara en un grupo que él mantiene en un hospital de la ciudad (en el cual él labora como voluntario). Accedí; al estar en el hospital me dijo que sus planes son mudarse de ciudad al finalizar el mes de octubre, por lo cual me estaba pidiendo que a su partida me hiciese cargo del grupo, para que no se perdiera la oportunidad de tener dicho espacio (la sección de neumología) para la visitación y el evangelismo.

Después de analizarlo un poco acepté. Como saben, yo nunca había tenido un grupo de visitación a los hospitales, o a la cárcel, sin embargo pensé que si Dios me estaba llamando a esto era porque Él se haría cargo de mi y supliría las necesidades.

El doc me hizo notar que no había Biblias y que los internos definitivamente las necesitaban, por lo cual había que conseguirlas. La primera opción fue pedirlas a la iglesia local, lo cual hicimos, sin embargo la iglesia no tenía posibilidades de poder ayudarnos; investigamos con la unión, y nada, podíamos comprarlas pero nos salía aun más caro que comprarlas en la sociedad bíblica de Bolivia, la que fue la siguiente opción, lo más baratas que nos podían dar las Biblias era al precio de 56 Bvs. (8 dlls.), y bueno necesitábamos 20 Biblias. Ahora conseguir el dinero.

Ustedes saben que por acá no se me paga un sueldo, me dan (acabo de recibirlo por primera vez el viernes) 100 dlls. al mes, apenas para sobrevivir. Pensando en ello creí que era posible conseguirlo a través de ustedes en México. Hablé con algunos, hay algunas promesas que ojalá se cumplan a la brevedad, jeje. Pero hablé con René Ruiz (tocayón para quienes lo conocemos así, jejeje). Le comenté el plan y le pregunté si podría ayudarme con algo (honestamente yo pensaba que me daría algo, y así, de algo en algo juntar el total). Me pidió los datos de mi cuenta bancaria y bueno, en unos minutos, gracias a Dios y a René, tenía el dinero suficiente para comprar las 20 Biblias. Una electricidad me recorrió el cuerpo cuando leía en el correo que me había transferido 1650 pesos mx, y por poco y me pongo a llorar (al pensar que los enfermos del hospital ahora tendrían en sus manos la oportunidad de conocer a Dios directamente de su Palabra) pero me aguanté por no dejar en mal a la patria, jajaja, cómo iba a ser posible que vieran llorando a un mexicano!!! jajaja.

Ahí no acaba el relato. Una amiga me dijo: “estaba pensando que deberíamos comprar los himnarios también” y tenía razón! Yo había pensado en comprar también la colección tesoros de vida, que acá la están vendiendo en 100 Bvs (unos 14.5 dlls) pero no los himnarios. Así que oraba a Dios por que alguien más me pudiese ayudar para comprar los himnarios, pero no hubo quien estuviera en posibilidades, entonces pensé que me tocaría a mi hacer la inversión, y que después Dios me lo repondría. No hubo necesidad: Gracias a Dios, a Heidi (que fue quien estuvo buscando por todos lados descuentos y descuentos y aun descuentos sobre descuentos, nunca había conocido a alguien tan regateador! Jajaja, gracias a Dios por ese don) y a René alcanzó para las 20 Biblias (al final las compramos a 30 Bvs c/u), 20 himnarios (a 9 bvs. c/u), 10 caminos a Cristo, una colección de tesoros de vida, como 20 o más revistas, más caminos a Cristo (de regalo por la compra de la colección) y aun sobró un poco de dinero! Casi sentí lo que los discípulos cuando veían al Señor Jesús sacar panes y panes y panes de la cesta.

Por demás está decirles que el sábado en la reunión con los pacientes de la sección de Neumología, al verles los rostros de alegría cuando recibían las Biblias, cuando veían como las desenvolvíamos y se las entregábamos, pensaba que todo esfuerzo que se hace, o que se haga, o que se haya hecho, vale la pena. Tuvimos el programa y les pregunté cuántos leerían sus (nuevas, jeje) Biblias y todos, levantaron la mano. Al final conversé con algunos de ellos, cuando el programa terminó, y ellos me pedían que no dejáramos de visitarle, que ojalá les pudiésemos visitar diario, jeje. Ojalá pudiéramos hacerlo diario.

Conversé igualmente al final del programa con la licenciada que se encarga de la sección de neumología durante el fin de semana y ella me dijo que ojalá pudiéramos extender el programa a todo el hospital: ahora lo tengo en oración y en planeación.

Hay otros proyectos que tengo en mente y estoy orando por ustedes, por todos los que leen este blog, y por los que no lo lees para que se involucren en este último esfuerzo por esparcir el evangelio antes, justo antes del regreso de nuestro Señor.

Ya tendrán más noticias.

Juan Carlos

2 comentarios:

aa dijo...

Wow!!! Que emocionante!! No cabe duda que es mas bienaventurado el dar que recibir!! El relato es una inyección de energia para este dia.
Que Dios te siga bendiciendo buen Billo.

El Tocayon.

Unknown dijo...

orale, es un testimonio de fe y sobre todo que cuando son cosas de Dios las cosas se dan en su tiempo y con mas bendición, amigo mio, espero que sigas siendo una bendición para otros y también que puedas seguir compartiendo para fortaleza y ejemplo a otros...te extraño conciencia.