jueves, 10 de junio de 2010

Los libros "pequeños"

Buen día hermanos.

Al meditar en los tiempos, y en todo lo que ha sido la experiencia espiritual a lo largo del camino, he pensado que "lo pequeño" es de mucho valor para Dios.

El apóstol Pablo dijo que "tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios". Claro, el apóstol está hablando de personas, que por su apariencia externa se podría concluir que no valen mucho, pero por lo que traen dentro son glosiosos. Sin embargo, aplicando este principio a toda la vida, podemos notar que Dios hace esto mismo no sólo conlos humanos, sino con todas las cosas.

En la Biblia hay libros que se les considera como "básicos". Otros son muy "importantes". Pero tomando otro argumento del apóstol Pablo podemos entender que en realidad, todos los libros de la Biblia, formando parte del "cuerpo" entero, tienen su lugar, su razón de ser. Es ahí donde encuentran relevancia los libros "pequeños".

La mayoría de las personas "principiantes" en las escrituras comienzan su "caminar" por los libros de Génesis, Salmos, o Mateo. Los que ya tienen cierta experiencia se "aventuran" con el resto del pentateuco y con los evangelios, o los que son un poco más osados, los libros de Jeremías, Ezequiel, Isaías, del antiguo testamento, y Hechos y las cartas de Pablo, del nuevo testamento.

Sin embargo, al preguntar por los libros favoritos, las respuestas oscilarán de un lado a otro, pero nunca serán mencionados libros como Levítico, Números, Esdras, Nehemías y los poco famosos libros de los "profetas menores".´

Sin embargo, precísamente en ellos, en los profetas menores y en los libros "olvidados" o "no preferidos", Dios ha querido "guardar" joyas muy preciosas, de mucho valor, que sólo encontrarán los que buscan, los que cavan, los que se esfuerzan por encontrar las riquezas celestiales. Ya lo dijo también el apóstol Pablo, que debemos perceverar "hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo," (Col. 2:2). Y el Señor mismo dijo que las Escrituras (entiéndase, el Antiguo Testamento) eran las que daban testimonio de él. Y como en él están escondidas "las riquezas del pleno conocimiento", debemos concluir que están escondidas en los libros del Antiguo Testamento.

Pero están escondidas, en otras palabras, no están "a simple vista". Se requieren los ojos de la Fe, para poder ver lo que no se ve. Pero todo viene de Dios: "Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó" (Luc. 10:21). Si somos "agradables a Dios", o sea si tenemos fe ("sin fe es imposible agradar a Dios", o sea con la fe es la única manera de agradarle), él nos revela las cosas que sólo él sabe, y que estan escondidas. Esto es excelente.

Es pues mi deseo, que con estas sencillas palabras, pueda motivarles al estudio sincero y tenaz de las Sagradas Escrituras. Que las cosas de este mundo no sean un obstáculo para su crecimiento espiritual: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba" (Col. 3:1). Es el tiempo que Dios ha puesto en su sola potestad. Que no seamos como los que vivíanen tiempo de Noe y de Lot.

Dios les cuide.

Juan Carlos